HANAMI: Bajo la flor del Cerezo
A finales de marzo-principios de abril llega uno de los momentos más importantes de la vida japonesa: el hanami. No puede haber una traducción exacta de esta palabra, pero entiéndase como un picnic en los comienzos de la primavera para admirar los cerezos (sakura) en flor. Este anuncio de la primavera es la ocasión para pasear bajo la frondosidad de flores con delicados tonos rosas y realizar un picnic. Si sobre alguno cae un pétalo de cerezo, es presagio de suerte para el próximo año.
El sakura se considera desde hace mucho en Japón un símbolo de belleza efímera, una metáfora de la vida, brillante y hermosa, pero frágil y pasajera. Actualmente, esta celebración de la primavera coincide con el inicio del curso escolar, universitario y del año fiscal (1 de abril). Su floración dura tan sólo unos pocos días, pero durante este periodo, el país entero se pone al unísono de los colores de los árboles, que hacen alarde de todos los matices del color rosa.
Cada ciudad, cada región, cada barrio, tiene su propio paseo bajo los cerezos. No obstante, hay algunos lugares que son especialmente famosos. En Tokyo se puede citar el parque de Ueno, el parque de Shinjuku, Chidorigafuchi cerca del Palacio Imperial, donde se pueden alquilar barcas para navegar por los canales admirando los cerezos, el parque Sumida a orillas del río, cerca de Asakusa, o el jardín botánico de Koishikawa, donde se pueden encontrar diferentes variedades de cerezos.
En Kyoto, el parque de Maruyama con su inmenso cerezo llorón ilumina la noche, el Camino de los Filósofos en la orilla del canal entre el Pabellón de Plata y el templo Nanzenji, el santuario Heian con sus numerosos cerezos llorones a orillas del estanque, Arashiyama, donde los cerezos se extienden desde las orillas del río hasta lo más recóndito de las montañas, el río Kamogawa que atraviesa la ciudad, el templo Daigoji, donde Toyotomi Hideyoshi organizó un gigantesco hanami que quedó para la historia, el santuario Hirano por sus numerosas variedades de cerezos y su iluminación nocturna, o el canal Okazaki, cerca del santuario Heian, por sus paseos en barco bajo los cerezos.
En Osaka, el parque del castillo de Osaka o el jardín del Museo de la Moneda (abierto sólo para esta ocasión) con sus especies raras de cerezos. En la prefectura de Nara, el monte Yoshino es famoso desde hace siglos por sus más de 30.000 cerezos que cubren la montaña. También podemos citar el parque del castillo de Himeji, la antigua ciudad de Kakunodate en la prefectura de Akita o el parque del castillo de Hirosaki en la prefectura de Aomori.
Fuente: https://www.turismo-japon.es/relatos-de-viajes/item/363-bajo-los-cerezos-en-flor
Escrito: C.A.Q.B